En el libro “La nación por construir”, escrito en 2005 por el cardenal Jorge M. Bergoglio, actualmente el papa Francisco, dice, entre otras cosas: La Nación por construir, es decir, el esfuerzo de llevar adelante un proyecto colectivo a través del trabajo de la comunidad en toda su diversidad y complejidad implica, antes que nada, pensarnos como Nación e identificar cuáles son los problemas de fondo que nos afectan para, a partir de allí, pensar un país mejor para todos”. Dicho libro, esta subtitulado “utopía, pensamiento y compromiso”. A menos de dos semanas de las elecciones PASO, las palabras del Santo Padre suenan más a “utopía” que a “pensamiento y compromiso”. Y lo dicen los hechos, que se contradicen con la idea que sugiere el Papa. Porque lo que se ve en la realidad, en vez de ser un proyecto colectivo, es sólo el proyecto de unos cuantos que quieren apoderarse del poder o mantenerse en el mismo. Y cuentan para ello con el apoyo de gran parte de la comunidad, que por unas monedas le vende el alma al diablo. Porque son ellos, los punteros políticos, los que les hacen el trabajo sucio a los candidatos irresponsables que poco y nada entienden de compromiso. Ellos le buscan la gente que los vote, realizan las maniobras pertinentes para atraer a los votantes y trabajan denodadamente para el éxito de tal o cual candidato. Esto no tiene otro nombre que falta de pensamiento. Y de esta manera, las intenciones del Papa de “identificar los problemas de fondo que nos afectan para, a partir de allí, pensar un país mejor para todos”, se diluyen o se estrellan contra el egoísmo y el interés personal de unos cuantos, con la complicidad de muchos. Así, las cosas, la utopía en nuestro país, jamás llegará a ser lo que el significado de la palabra indica: “Plan o sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía”.
Daniel E. Chavez
Pasaje Benjamín Paz 308
San Miguel de Tucumán